El Hospital de Cruces (Barakaldo) será el primer centro público de Eskadi que aplique medidas concretas para recortar el gasto (este es el subtitutar del Correo del día 27 de Marzo). Y han comenzado por su gerente y sus trabajadores y sus facturas telefónicas, ya que hasta ahora ascendía a 580.000€/anuales. Tomando la medida de retirarles el teléfono móvil de empresa a cerca de medio centenar de cargos, al entender que "No lo necesitaban para el desempeño de sus funciones". Y a 384 trabajadores que continuan con él, se les ha limitado el consumo, teniendo un gasto asignado fijo al més de 20, 50 y 90€, en función de las necesidades del cargo.

Teniendo en cuenta que ésto se puso en funcionamiento el 1 de febrero, el gasto bajo considerablemente. al final de dicho més la factura telefónica fue de 3.000€, lo que ha significado que bajo cuatro veces lo que había estado pagando hasta ahora.

Pero ésta reducción o control de gasto también ha afectado a la telefonía fija. El Hospital ha solicitado a la empresa contratada la instalación de un registro de llamadas a través de "claves personales". Dicha medida, según la información, permitirá un ahorro de cerca de 200.000€/anuales.

Dicho sistema no está al alcance de todos los trabajadores como hasta ahora, que cualquiera podía llamar y usar el teléfono a su antojo y gusto. Y que esta medida tomada no ha sido del agrado de los trabajadores. En tiempos de crisis, todos en nuestras casas intentamos ahorrar de algún sitio. Pero cuando estamos en el puesto de trabajo, pensamos que como lo paga la empresa, pues ala!! que más no da. Y cuando se toman las medidas adecuadas para recortar gastos innecesarios, pues ala!! que hijoputada.

Si desde el propio Gobierno Vasco comenzamos a dar el ejemplo, de que en ciertos servicios se pueden reducir gasto sin que en ello repercuta en el servicio que se dal ciudadano, desde aquí le alabo.
El sistema público también necesita un recorte económico en las cosas que realmente no son tan necesarias. Así sí podremos salir de ésta dicho crisis. Y tenemos que seguir diciendo que entre todos podemos salir. Pero con control, claro está.