Silencio. No se escucha nada. Tan solo de vez en cuando un tic-tac. Tic-tac. Pero luego de nuevo silencio. Incluso se puede oir el respirar tuyo.


Una bocanada de cigarrillo. Soltar el humo por la boca. Y de nuevo silencio. El mismo que se puede cortar con un cuchillo por su tirantez. Pero aun así, silencio.


Callas, por no hablar, por no tener nada que decir. Pero continua sonando el tic-tac, tic-tac. Y silencio.



Miras y no ves. A pesar de todo, sigo aqui. Y silencio.

Miro y lo veo todo blanco. Y me da tranquilidad, paz y sosiego. Solo veo blanco, y silencio. Y de vez en cuando un tic-tac, tic-tac.

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